domingo, 20 de septiembre de 2009


Aceptar el vacío dejado en mi efímera existencia
Asumir que tus manos no recorrerán mi cuerpo como con alas de terciopelo
Sentir el silencio de tu deseo en cada poro de mi piel
Extrañar la risa de tu mirada mientras me amabas
Preguntar dónde se fue el éxtasis a dónde conseguías elevarme
Añorar esos brazos que me protegían de todo lo que no era “tú y yo”
Abandonar el cielo de los sueños porque ya no estás en él
Saber que tus caricias seguirán tatuadas en cada recóndito espacio de mi corazón
Cerrar los ojos tan solo para sentirte a mi lado
Dormir solamente para soñar con la más extraordinaria intimidad
Esperar que esta pesadilla de desvanezca y no notar tu más gélida ausencia.









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